En los años posteriores a este encuentro con Capablanca, Alexander Alekhine dominaba la escena internacional del Ajedrez. El no estuvo satisfecho con ganar el torneo por un pequeño márgen, sino que jugó todas las
partidas con una feróz determinación de ganar. El año de 1930 en San Remo, logró uno de sus más grandes triunfos al ganar por un márgen de 3½ puntos y no aceptó empates, aún en las rondas finales. Aquí, su uso artístico de bloqueos reduce a
Aron Nimzovich, quién terminó en segundo lugar, a un virtual Zugzwang en tan solo treinta minutos. |