“Un Maestro en Aperturas,
estructura de Peones y Finales” |
Akiba Kivelovic Rubinstein nació el día 12 de Diciembre de 1882 en Stawiski, ciudad fronteriza de Polonia. Aprendió a jugar Ajedrez a la edad de 16 años en la escuela jugando con sus condiscípulos y a partir de ahí, no pensaba en otra cosa que no fuera Ajedrez. Renunció a sus estudios Teológicos por una carrera de Ajedrez profesional. En 1903, se llevó el quinto lugar en un
torneo de Kiev.
Después de algunos años de desarrollo técnico,
Rubinstein entró de lleno a la escena internacional como un fuerte jugador a vencer y fue uno de los jugadores mas dominantes a nivel mundial de los años 1905 a 1911. Al ir aprendiendo de sus muchos logros historicos, hay que tener presente que Akiba Rubinstein padecía de un trastorno nervioso conocido como antrofobia (temor a la gente y la sociedad) durante toda su vida.
Su pobre salud mental era claramente una incapacidad extremadamente difícil de llevar a cuestas que le causó enorme sufrimiento por el resto de su vida. Pero, muy a pesar de esta desventaja,
Akiba Rubinstein pudo competir brillantemente por muchos años con los mejores jugadores del mundo y sus juegos son estudiados y muy apreciados a la fecha. En 1910, cuando Schlecter desafió a
Emanuel Lasker por el título Mundial, muchos consideraban a Akiba Rubinstein de ser el mejor jugador de Ajedrez en el mundo.
En esos días, el retador al título Mundial era requerido a reunir fondos y financiar el
torneo. Solo el Campeón Mundial de Ajedrez podía decidir con cual retador jugaba y esto estaba basado mayormente en los fondos disponibles.
Rubinstein nunca tuvo una oportunidad de jugar por el Campeonato del Mundo pero fue considerado el jugador de Ajedrez más fuerte quién nunca tuvo la suerte de competir por el título. En el año de 1912, Rubinstein ganó en
torneo tras torneo.
El se impuso en cinco torneos Internacionales consecutivos y ese año fue nombrado el año de Rubinstein, algo que nunca se había hecho en la historia del Ajedrez. Cincuenta años más tarde, Bent Larsen ganó en 5
torneos al hilo, sin embargo le tomó 3 años para lograrlo mientras que Rubinstein ganó en San Sebastian, Pistyan, Breslau, Varsovia y Vilna, en un mismo año.
Todo mundo demandaba un encuentro entre Rubinstein y Lasker, que era claramente el único jugador que se le acercaba a Rubinstein en poder.
Desafortunadamente, este encuentro nunca se llevo a cabo. Los inicios de problemas sicológicos profundos que eventualmente se trasformaron en una total enfermedad mental, la aparición del genio de Ajedrez cubano,
José Capablanca y el advenimiento de la primera Guerra Mundial, todo esto se combinó para frustrar sus esperanzas por un título Mundial.
En 1914, Nicholas II, el Zar of Rusia, organizó un
torneo en St Petersburg e invitó a todos los más grandes jugadores del mundo.
A los cinco finalistas del torneo se les otorgaría el título de “Gran Maestro.” Akiba Rubinstein trágicamente no pudo calificar en los primero cinco. Aunque él continuó siendo uno de los jugadores más fuertes del mundo hasta el año de 1921, su timidez patológica y la erosión de su confianza, lo condujó a una desintegración gradual de sus poderes.
Después de la Primera Guerra Mundial, Rubinstein continuó jugando en
torneos con éxito moderado pero no volvió a su antiguo gran nivel de juego hasta que ganó el
torneo de Viena en 1922, adelante de Alexander Alekhine y Richard Reti.
El estilo de Rubinstein formaba un puente entre los estilos de Steinitz y los jugadores de hoy. Un Maestro de las Aperturas, un profundo conocimiento de las consecuencias de los diferentes tipos de estructura de Peones y un talento en finales de juego que nunca ha sido rebasado, todo esto era parte de su repertorio.
Lo más notable, sin embargo, era su abilidad de conectar las Aperturas que el jugaba con las clases de Finales que se podía alcanzar desde ellas.
Esta incréible y profunda planificación es comunmente observada en los modernos Campeónes de Ajedrez pero que era virtualmente desconocida en la época de Rubinstein. Entre los jugadores de Ajedrez que puedan merecen nuestra más profunda admiración, Akiba Rubinstein sobresale como un contribuidor único del Ajedrez.
Su carrera noble y vida de gran sufrimiento, emerge como un faro de luz para todos aquellos estudiosos del Ajedrez así como aquellos que estudian la vida en sí misma.
Hoy, las partidas de Rubinstein son minuciosamente estudiadas por todos los jugadores mas finos. Sus movidas y conceptos aún parecen frescos, su manejo de Finales es aún mas notable y sus ideas en las Aperturas aún están de moda.
Después de 1932, Rubinstein no volvió a competir en
torneos de Ajedrez nunca más, aunque se le invitaba a participar.
Su lucha de toda la vida por su salud mental empeoró y pasó un tiempo en un sanatorio. Algo bueno resultó de ello, ya que es posible que esto lo protegió de los Alemanes durante la Segunda Guerra Mundial y no se le molestó. Akiba Rubinstein pasó sus últimos años hasta su muerte en 1961 con su familia en Bélgica.
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