“El juego tradicional de Ajedrez es la versión
oficialmente reconocida”
En retrospectiva, no existe la menor duda de que el tablero tradicional ha tenido una venerable carrera. Uno no puede dejar de impresionarse por la gran diligencia mostrada por hombres y mujeres al llevar a cabo el plan para la reorganización del Ajedrez tradicional durante el renacimiento y sus
siglos de progreso.
Obviamente ellos tuvieron una convicción del valor de esos cambios para llevarlos a cabo y presentar la información y métodos necesarios y no se tiene otra cosa mas que elogiarlos por la manera en que ellos emprendieron la tarea y presentaron su proyecto.
El trabajo fue impecablemente realizado por aquellos que los respaldaron durante los últimos cinco Siglos y desde este punto de vista, una valiosa entrada en las páginas de la historia del Ajedrez. Como diría Charles Dickens "Fueron los mejores tiempos, fueron los peores tiempos", todos combinados en uno solo.
Desafortunadamente, para que el proyecto fuese una contribución de valor práctico para el futuro del Ajedrez, temas profundos saltan a la vista y al momento de tratar con ellos o, mejor dicho, la falta de tratar con ellos da por resultado una continuación reducida del progreso del Ajedrez tradicional.
Muchos se han elevado con esplendor personal en sus 64 casillas y cualquiera que desee empezar a jugar al Ajedrez encontrará muchos libros dedicados al nivel 1. El Ajedrez tradicional ha sido un sistema que se ha usado para determinar al mejor jugador del Ajedrez mundial por muchas décadas.
El ser generoso, tal vez pueda mejor ser visto como una mezcla del espiritu de la ONU y un poco del "Darwinismo" más despiadado - un producto de la falta de talento, de venta por el que no tiene principios a el completamente desconcertado - demasiadas flores - muy poco fruto.
El Ajedrez en sus varias formas (Chatrang, Chaturanga, Shatranj, Koreano, Birmano, Chino, Thai, etc.) ha congeniado consigo mismo con todos aquellos que han estado en contacto con él durante los últimos cuarenta Siglos y se ha superado en lograr su cometido en la medida en la cual se puede apreciar desde el punto de vista de que el juego tradicional ha sobrevivido por casi 50 décadas en su versión europea - como un monumento y un tributo extraordinario a la habilidad de los jugadores que embellecen las páginas de la historia del Ajedrez.
Es un crédito perdurable a los hombres y mujeres que abrieron nuevas avenidas de exploración mental.
Al darle vuelta a la página de la historia del Ajedrez del pasado milenio, jugadores maduros deben intentar la despedida (au revoir) al tradicional Ajedrez Occidental y proseguir adelante a lo que el futuro disponga y a los nuevos niveles descritos en este texto. Tenemos la suerte de que el Ajedrez tradicional se nos haya otorgado - porque es en esta misma fundación que Chesmayne ha sido construído.
Los jugadores de Chesmayne han reconocido el valor de los nuevos tableros y anotación - entre más grande el arreglo o matriz, son más la piezas y el número de movimientos disponibles. El juego tradicional del Ajedrez es la versión reconocida oficialmente por la entidad vigente del Ajedrez tradicional y es jugado nacional e internacionalmente por más de 100 naciones. La FIDE o ‘Federation Internationale des Eches’ tiene como lema: ‘Gens una sumus’ que quiere decir "Somos una sola Estirpe".
Un cambio en la clase de la cual es partidario en este tratado es uno del que realmente no puede ser parcialmente adoptado. Los cambios de largo alcance estan basados en un fundamento sólido. Lo que es más, como el Chesmayne rápidamente se acerca al punto de integración con otros campos mas amplios, por ejemplo, programas de computadora, deberá adquirir un común y amplio uso.
Las cuestiones que afloran son demasiado extensas y se ha tratado de justificar las ideas dentro de este amplio contexto.
La división del tablero en bloques de celdas es necesario para la nueva anotación usada para describir los movimientos de una partida de Ajedrez. Los símbolos Chesmayne son los mejores disponibles y todos ellos están dispuestos y de fácil acceso a través de un teclado QWERTY.
Los criterios pragmáticos (su facilidad de uso, etc.) no son los únicos a los cuales un sistema tal deberá ser juzgado.
Se tendrá la esperanza de que el tiempo justificará las sugerencias y como el Ajedrez tradicional permanece, mientras se paga tributo a nuestros antecesores en el campo y su industria y alcance de la aplicación práctica del Ajedrez tradicional, uno debe de dejar el sistema occidental a un lado y como de costumbre en tales circunstancias, el trabajo del Ajedrez tradicional hasta nuestros tiempos presentes, cargará con su propia recompensa intelectual para aquellos que están comprometidos con su evolución.
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