“La colección mas asombrosa de piezas
antiguas en existencia”
Las piezas de Ajedrez del
siglo XI el Ajedrez Lewis hechas de colmillos de morsa y encontradas en la playa del municipio de Uig en la isla de Lewis (Hébridas) y en la actualidad en el
museo de la Gran Bretaña, se descubrieron en 1831 sepultadas en los bancos de arena de la isla de Lewis, la isla mas grande de las Hébridas exteriores en Escocia.
El mar disolvió el banco de arena dejando al descubierto una construcción misteriosa (un horno de ladrillo pequeño) que había permanecido enterrada bajo la arena.
Esculpidas en marfil de morsa, se estima su origen de Islandia aunque recientes investigaciones sugieren que las piezas de Ajedrez Lewis pudieron originarse en Trondheim, la ciudad capital medieval de Noruega y residencia de los antiguos Escandinavos durante los
siglos XI y XII y que eran los jefes supremos de la isla de Lewis.
Todo parece indicar que ellos trajeron consigo las piezas de Ajedrez desde Noruega cuando viajaron a la isla. Algunas autoridades las datan del
siglo XII. Había cuatro conjuntos de piezas, no todos completos.
De acuerdo a la leyenda, fueron robadas por un marinero de un barco anclado en Loch Hamnaway a principios del año de 1600. Un Pastor conocido como Ghillie Ruadh asesinó al marinero para quedarse con el tesoro, pero temiendo ser descubierto, cuidadosamente sepultó las piezas.
Pocos años después, fue ahorcado en Stornoway por otro crimen y se dice que hizo una confesión al final sobre el asesinato del marinero.
Un campesino local, Calum nan Sprot, que trabajaba en los alrededores descubrió, lo que según él, era una colección de Duendes y Gnomos.
El montañés superticioso les lanzó su espada y corrió aterrorizado a su casa. La superstición en la isla de Lewis había sobrevivido en una forma rampante. Asi pues, cuando el campesino vió por primera vez el grupo de pequeñas singulares figuras de marfil, fue muy natural que le parecieran como Hadas pigmeas del folklore Céltico.
Sin embargo, fue alentado por su esposa para regresar al lugar y llevarse las figuras a casa.
Tiempo después las vendió a un coleccionista de la localidad quién se percató de que eran piezas de Ajedrez. Había un total de 78 figuras perteneciendo a ocho o más conjuntos. 67 se encuentran en la actualidad en el
Museo Británico y el resto en el Museo Nacional en Edinburgh.
Los expertos coinciden en catalogarlas como "La colección mas asombrosa de piezas de Ajedrez antiguas en existencia".
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