Robert Fischer reaparece en 1992 en la pequeña isla de Sveti Stefan cerca de la costa de una Yugoslavia destrozada por la guerra dejando un auto-exilio reclusivo, para retar a Boris Spassky en un reencuentro y reclamar su corona. Este encuentro a 30 partidas fue sancionado por el Arbitro Internacional Lothar Schmid de Alemania quién también sancionó el Campeonato Mundial de 1972 en Reykjavik. El fondo de la bolsa fue de $5.000.000 dlls. de los cuales el primer jugador en ganar 10 partidas, se llevaba $3.650.000 dlls. El marcador final fue 17.5 de Fischer contra 12.5 por Spassky.